miércoles, 25 de noviembre de 2009

"La maldición de la Malinche"



Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
Eran los hombres barbados
de la profecía esperada
Se oyó la voz del monarca
de que el dios había llegado.
Y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.

Iban montados en bestias
como demonios del mal
Iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal.
Sólo el valor de unos cuantos
les opuso resistencia
Y al mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza.

Porque los dioses ni comen
ni gozan con lo robado
Y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado.
Y en ese error entregamos
la grandeza del pasado
Y en ese error nos quedamos
trescientos años esclavos.

Se nos quedó el maleficio
de brindar al extranjero
Nuestra fe, nuestra cultura,
nuestro pan, nuestro dinero.
Y les seguimos cambiando oro
por cuentas de vidrio
Y damos nuestras riquezas
por sus espejos con brillo.

Hoy, en pleno siglo veinte
nos siguen llegando rubios
Y les abrimos la casa y
les llamamos amigos.
Pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
Lo humillamos y lo vemos
como extraño por su tierra.

Tu, hipócrita que te muestras
humilde ante el extranjero
Pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo.
Oh, maldición de Malinche,
enfermedad del presente
¿Cuándo dejarás mi tierra?
¿cuándo harás libre a mi gente?

*Canción popular Latinoamericana




Cabe esperar que la maldición de Malinche con el tiempo se quede solo
como parte del folklore Latinoamericano, y no sea algo que describa nuestra
identidad. La conquista nos dejo un aire de inferioridad que hace que
terminemos por renegar de nuestra identidad y adoptar todo lo que viene
del extranjero, destruyendo y vendiendo así nuestro hogar. c
Una buena globalización es aquella en donde evolucionemos, pero sin dejar
atras nuestra herencia indigena, sin avergonzarnos de la pobreza ni tratar
de ocultarla con chillones colores para venderla al mundo, una globalización
equitativa para todos, sustentable en el futuro.

1 comentario:

  1. sin duda esta canción resume muy acertadamente una problemática muy dolorosa para nuestros pueblos Puedo decir también que claramente se la vive en el exterior(estudio antropología social en Madrid), no sabes cuanto me ha dolido comprobarlo, es una realidad que me ha costado aceptar y sobre la que poco se dice....sin duda el trabajo reivindicativo y educativo se hace urgente para evitar el peor de los racismos..el que se da entre hermanos

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